Ahora sí, queridos amigos, empezamos a vivir una verdadera transformación. De la mano de Mauricio Macri, la nueva política nos entrega una novedosa forma de gobierno nunca antes vista. A partir de ahora, o mejor dicho desde ayer, se impone una new wave reformista ¡que está buenísima, boló! Resulta que si reunís una serie de condiciones tales como: ser el hijo inútil de un empresario rico e inescrupuloso; acumular algunas causas judiciales por contrabando de esas que por poco dinero uno elude; comprar las voluntades necesarias y llegar a ser el presidente de un club de fútbol en la ribera; simpatizar con la dictadura militar (la última o cualquiera de ellas, o todas, vos elegís); hablar pasándote la punta de la lengua por el píloro mientras lo hacés, logrando así un extravagante tono entre adinerado y reverendo pelotudo; ofrecerte como garante y aguerrido defensor de todos los garcas de la Argentina, hacerte gárgaras con pedazos de alfombra todas las mañanas entrenando tu organismo para sobrevivir a la ingesta de bigotes postizos (excluyente); convencer al electorado porteño de que te elija para jefe de gobierno, lo cual considerando antecedentes no parece requerir más que ser un impresentable hijo de puta, y una vez dados estos pasitos, si reunís todas estas condiciones, entonces ¡sííííííí! ¡Te pasás la constitución por las pelotas de una buena vez y terminás con el atraso al que estos zurdos de mierda nos quieren condenar! ¡Te ponés a hacer las leyes vos y se acabó! Y al que no le gusta, ¡MULTA! Y lo más lindo: ¡la suma a pagar la fijás vos, papá! Y si no les gusta o no pueden pagar: ¡DE-TE-NI-DOS! ¡Sííííííí! ¡Creéme, está buenísimo! ¿Cuántos días de arresto? ¡Los que vos quieras! Qué sé yo…¿te gustan 15? ¿30? Mandale de 15 a 30. Y así, ¿viste? Basta de tener que andar esperando que los legisladores se pongan de acuerdo. Esos son vicios de la vieja política.
Modernidad, boló.
Va a estar bueno el Reino de Buenos Aires.
No me quiero ni imaginar a este ignorante al mando del país.
Ahora te vas a bajar, ¿no, cagón? Y como buen garca les vas a echar la culpa a los que no quisieron ir detrás de tu noble figura. Das asco.
Chau, Mauri.
Que sueñes con los inmigrantes.
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