Lanata en su caja de exilio sexual

Lanata carece de toda ideología. Basta para afirmarlo, atender a la descripción que hace de sí mismo de manera pública con aires de excéntrico : "Soy un liberal de izquierda", dice, sin tragar el humo. Lo explica muy suelto de cuerpo, lo que no es poco decir, asegurando que es liberal en lo referido a lo institucional y de izquierda en lo social.   Mi equipo de asesores y yo concluimos que tal definición es pura bosta y que se trata de un intento por diferenciarse, sin advertir la baja calidad de la estratagema. Deberíamos pensar, según él propone, que cuando exhibe a una nenita padeciendo desnutrición, es de izquierda, y cuando se queja de esta amoral dictadura que se apropió de la bandera de los DDHH, que persigue periodistas y opositores (cosas ambas que debemos dar por ciertas porque las asevera él desparramado y humeando en el sillón de algún programa de televisión por cable), entonces es liberal. Nos queda por saber si es liberal o de izquierda cuando se asocia a estafadores para financiar proyectos periodísticos que, finalmente, no van más allá de enriquecer su fama de fundidor serial de empresas, con el vergonzoso costo de decenas de trabajadores en la calle reclamando pagos no cumplidos e indemnizaciones. Preocupado por lo institucional, le chupa un huevo que la empresa que él se apresura a abandonar cumpla con la ley. Atormentado por el deseo de justicia social, le da la espalda a los trabajadores que confiaron en él.Gordo, sos una gran bola de mentiras. Nada más que eso. Te faltaba, nada más, inventarte un exilio. Hacete cargo de una vez. Lo tuyo son las luces y el dinero. Sos liberal cuando tendrías que dar explicaciones y de izquierda cuando las posiciones a favor de los que la pasan mal atraen las miradas desprevenidas hacia vos.
Al fin un lugar en el que sólo existís vos, el más liberal, el más socialista, el más lindo, el más sexy.

Próximamente, imágenes exclusivas del nuevo espectáculo en el "Teatro Maipo" del exiliado con visa de turista.

¿No es un bombón?