Hace dos años que sostienen que “lagente” quiere un cambio. Con esa cantinela se autoproclamaron los representantes de esa exigencia, según ellos, multitudinaria. Todos aquellos que deseaban verlos en la presidencia pueden ir dándose una idea de qué es lo que hubieran hecho, de lograrlo, cualquiera de estos incapaces ante el primer conflicto serio que se les presentara en el ejercicio del gobierno. Antes que nada, seguramente, hubieran corrido a los estudio de TN, a explicar por qué no se puede hacer nada, ¿no?. Pino, sabemos que entendería que no se puede gobernar como es debido en un país con abrumadora mayoría de ignorantes; Mauri , ese facho melindroso, aseguraría que la oposición no lo deja gobernar y le echaría la culpa a Cristina por el desastre que le dejó con la única intención de hacerle daño a él, que como sabemos es el exclusivo propósito que la moviliza; Duhalde…bueno, a Duhalde ya lo hemos visto, nos cagaría a tiros a todos los que exigiéramos algo y ya; Cobos se vería embobado por una especie de éxtasis al verse ante la posibilidad de traicionar a un país completo todo para él solito; y por último Sanz, quien sin duda caería en un estado catatónico de cuatro años ininterrumpidos provocado por el shock que le produciría ser protagonista de semejante milagro. Pero está claro que todos, sin excepción, huyen ante la adversidad.
Y pensar que sintieron florecer todas sus chances con la muerte de nuestro querido Néstor.
Tenían por esos días, detrás de su falsa máscara de circunspecto respeto, un gesto de alivio como si les hubieran extraído del culo un elefante que no los dejaba vivir en paz desde hacía ya siete años. ‘Ahora, sí”, se ilusionaron, sintiendo despejado el camino hacia sus ambiciones de cipayos acomplejados.
Pero no.
Para lo único que les sirvió la partida del más grande fue para poner bajo las luces de la verdad todas las pobrezas de sus espíritus. Y así andan ahora. Paseando su cobardía en caída libre.
Para vos Néstor, que los ves derrumbarse desde la eternidad.
Gracias, compañero Néstor.
Néstor vive.
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